Brasov – Brasovului Juni

Después de visitar el Castillo Peleș y quedar maravillado con su majestuosidad, regresé a Brașov sin imaginar que estaba a punto de presenciar algo aún más inesperado: el Junii Brașovului, un desfile ecuestre con raíces en el siglo XIV.

Cuando llegué a la ciudad, las calles ya estaban llenas de gente. No entendía muy bien qué estaba pasando hasta que, de repente, escuché el sonido de cascos golpeando el adoquinado. Giré la cabeza y vi acercarse un grupo de jinetes vestidos con trajes tradicionales, montando caballos imponentes.

Los Junii (jóvenes) llevaban capas bordadas, sombreros adornados con plumas y colores vibrantes que contrastaban con el fondo medieval de Brașov. La energía en el aire era contagiosa: el público aplaudía, los jinetes alzaban sus brazos en señal de orgullo y la música folclórica llenaba la plaza.

Pregunté a una mujer mayor a mi lado y me explicó que esta tradición se remonta a la época medieval, cuando los jóvenes de Brașov celebraban la llegada de la primavera con un desfile a caballo, simbolizando la fuerza y el renacimiento. Lo más impresionante era que esta costumbre había sobrevivido siglos, manteniendo vivo el espíritu de la ciudad.

El desfile avanzó por las calles del casco antiguo, pasando por la Iglesia Negra y la Piața Sfatului, donde los jinetes realizaban saludos ceremoniales. Ver cómo una tradición de hace más de 600 años seguía tan viva fue algo fascinante.

Aún con la emoción del momento, me senté en una terraza con una cerveza local en la mano, dejando que la energía de Brașov y su historia me envolvieran. Este viaje no dejaba de sorprenderme.

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