Día 1: Llegada a Hikkaduwa
Mi viaje a Hikkaduwa comenzó con la llegada a esta encantadora ciudad costera de Sri Lanka. Después de instalarme en mi alojamiento, decidí dar un paseo por la playa y explorar el animado ambiente que caracteriza a Hikkaduwa.
Día 2: Snorkel en Coral Gardens
Uno de los principales atractivos de Hikkaduwa es Coral Gardens, una reserva marina con arrecifes de coral coloridos y una diversidad de vida marina. Pasé el día haciendo snorkel y explorando los arrecifes, maravillándome con la belleza submarina. Tuve la suerte de ver peces tropicales, corales vibrantes y otras criaturas marinas.
Día 3: Encuentro con Tortugas en Seenigama Turtle Hatchery
Visité el Turtle Hatchery en Seenigama, una experiencia imperdible en Hikkaduwa. Aquí, tuve la oportunidad de aprender sobre la conservación de las tortugas marinas y observar de cerca a estas criaturas majestuosas. El centro se dedica a la protección y liberación de tortugas bebés, contribuyendo al esfuerzo global de preservación.
Día 4: Paseo por Narigama Beach
Exploré Narigama Beach, una extensión de playa más tranquila y menos concurrida que la principal en Hikkaduwa. Disfruté de un relajante día de sol y mar, paseando por la orilla y deteniéndome en los cafés frente a la playa para degustar delicias locales.
Día 5: Surf en Hikkaduwa
Hikkaduwa también es conocida por sus olas, así que decidí probar el surf. Tomé lecciones con instructores locales y pasé la mañana montando las olas. La sensación de equilibrio y la emoción de surfear en las aguas de Hikkaduwa fueron inolvidables.
Día 6: Visita al Templo Tsunami Honganji Vihara
Como parte de mi experiencia cultural en Hikkaduwa, visité el Templo Tsunami Honganji Vihara. Este templo, construido en memoria de las víctimas del tsunami de 2004, es un lugar tranquilo y reflexivo. Me sumergí en la historia y la espiritualidad del lugar.
Día 7: Compras en el Mercado de Hikkaduwa y Despedida
Mi último día lo pasé explorando el colorido Mercado de Hikkaduwa. Compré recuerdos locales, especias y artesanías. Por la tarde, me relajé en la playa y despedí esta maravillosa ciudad costera con gratitud por las experiencias inolvidables.
Hikkaduwa, con sus playas pintorescas, vida marina fascinante y la oportunidad de interactuar con tortugas marinas, ofreció una mezcla perfecta de relajación y aventuras. Cada día estuvo lleno de descubrimientos y la calidez de la comunidad local hizo que mi visita fuera aún más especial.
